El Real Madrid llega al partido de ida de los octavos de final de la Champions con una importante nómina de bajas que, sin embargo, no han mermado el rendimiento del equipo, lanzado a por el título de Liga tras golear el sábado al Girona. Enfrente, un RB Leipzig con más fútbol que nombre que ya el año pasado fue capaz de ganar a los de Carlo Ancelotti en Alemania en la fase de grupos.
No estará en el Red Bull Arena Bellingham, cuyo impacto durante su primera temporada de blanco ha sido descomunal. Un esguince en la segunda parte del partido liguero del sábado le ha dejado fuera para el partido de ida, lo que hace que Ancelotti hasta se plantee variar su esquema. Sin el inglés, el habitual 4-4-2 con el inglés como punta de lanza puede variar a un 4-3-3 más clásico, con Brahim y Modric como candidatos a entrar en el once.
El croata aportaría la experiencia y jerarquía que tan necesarias son en un partido de Champions, mientras que el mediapunta ofrece desborde y gol y además llega en un gran momento de forma. Todo ello sin descartar la opción más 'clásica', la de meter a Joselu como nueve y abrir a las bandas a Rodrygo y Vinícius.
En cuanto a la defensa, los problemas continúan, pero el regreso de Nacho ofrece un respiro. Sin Alaba ni Militao –ambos con lesiones de larga duración–, también cayó Rudiger, que estará unas dos semanas de baja. Así, Tchoauméni ocupará el centro de la zaga junto al capitán blanco tras el gran rendimiento del francés ante el Girona.
Mientras, en la portería continúan las dudas. Lunin ha sido el elegido en la Liga, pero Ancelotti se ha mostrado imprevisible en sus decisiones y Kepa tiene sus opciones.
Pero pese a las numerosas bajas, el Real Madrid llega en un momento dulce. La goleada al segundo clasificado fue un golpe de efecto contundente que ha dejado la Liga muy decantada para un equipo que afronta la Champions con tranquilidad y pleno de moral. Dejan los blancos la impresión de que no importan las bajas ni quién salga en el once, que el equipo siempre compite y es capaz de sobreponerse a cualquier situación en contra.
El Leipzig, por su parte, no atraviesa su mejor momento, con el equipo fuera de los puestos de Champions en la Bundesliga, pero también está el recuerdo de lo sucedido la pasada campaña, cuando los alemanes vencieron al Madrid en el Red Bull Arena (3-2) en la fase de grupos con un gran partido de Timo Werner y Christopher Nkunku.
No están ya ni el alemán ni el francés, sustituidos por Openda y Sesko –no es lo mismo–, mientras que el gran peligro llegará por medio de dos nombres españoles y criados en La Masía: Dani Olmo y Xavi Simons. El primero quiere dejar atrás sus problemas con las lesiones y recuperar el nivel que le hizo ser importante en la selección española, mientras que el neerlandés –es la nacionalidad que eligió– se ha convertido en una realidad gracias a su fútbol vertical y lleno de desborde.
En cualquier caso, el Real Madrid es el claro favorito para pasar la eliminatoria y su intención es dejarla ya muy encarrilada en Alemania.
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